Para esta técnica, se remontó al 2017, cuando en una sesión fotográfica de la colección Primavera/Verano de Stagneda, el estilista Farid Rivera rediseñó un kimono para una foto dándole un uso diferente. 

En ese entonces, la marca tuvo una sobreproducción de kimonos, por lo que para esta técnica se decidió aprovechar ese stock muerto y darle nueva vida. 

A partir de la foto del 2017, se replicó el diseño con el kimono sobre el maniquí, y simplemente se agregaron pinzas en donde había exceso de tela. Además se agregaron broches de presión en el top que se formó para poder cerrar la prenda. Se utilizó el 100% de la prenda sin hacer ningún tipo de corte ni aditamento.

A continuación te presentamos la documentación de datos cuantitativos para el análisis de los materiales y procesos de esta prenda.

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